Es increíble que tan dependiente se hace uno del carro!
Hace unos días, me chocaron el carro, y el viernes lo tuve que meter al taller de enderezado y pintura. Por suerte, mi hermana salía de viaje con mi mamá, así que ella me prestó su carro por el fin de semana. Pero con el fin de semana, terminó el prestamo que me hizo mi hermana, y me quedé sin medio de transporte.
Da pereza hacer cualquier cosa fuera de la casa por el hecho de tener que tomar bus o taxi. Tuve que hacer unos mandados, así que decidí revivir mis tiempos en los que no tenía carro, en lugar de esperar a que me lo devolvieran del taller.
Tenía que llevar un lente de mi cámara a reparar al puro centro de San José, y me encontraba por La Sabana, así que decidí recordar los viejos tiempos y caminar todo el Paseo Colón, caminada que antes hacía casi todos los días. Lo que no recordaba, era la sensación de caminar con cuidado de que no lo asalten a uno, y apurarse para que no lo agarre el aguacero.
Después de la reparación de mi lente, tenía que llegar al centro de Tibás. Taxi o bus? Mi primer pensamiento fue taxi, pero al final me decidí por revivir la experiencia del transeunte completa, así que me dirigí hacia la parada del bus y topé con suerte ya que no había mucha fila. Comparados a los buses en los que yo viajaba, los de ahora son muy cómodos, desde los asientos, hasta las anchas puertas. En mis tiempos de bus, fuera de que la puerta era apenas para una persona, no era poco común que no abriera bien.
Después de eso, también recordé lo que es correr bajo la lluvia para llegar desde la parada del bus hasta el lugar al que me dirigía, más otra caminada para llegar hasta mi casa otra vez.
Sin embargo, tengo que admitir que fue una experiencia linda, y hasta me gustaría vivirla otra vez (sin tener que chocar el carro).