Este lunes 14 de marzo es la primera fecha de aceleración Hyundai. El torneo de aceleración es un evento de carreras de cuarto de milla organizado por el HTCR con el apoyo de Repuestos Gigante.
Como miembro del HTCR, no puedo faltar a la fecha, y, aunque la idea no es ir a ganar, sino compartir con todos los compañeros del club y de paso majar un rato el carro, pues sí sería bonito dar pelea, y por qué no, hasta poder ganar. Es por esto, que con la ayuda de Mitch, Javier y Tula, estamos preparando mi carrito para dar una buena pelea en el torneo de aceleración, o como yo le digo, jugando a los mecánicos (excepto Tula, que sí es mecánico de verdad, y muy bueno, dicho sea de paso).
Todavía me acuerdo de cuando era un niño travieso que todo lo desarmaba y luego intentaba armarlo de vuelta, no siempre con un resultado satisfactorio. Esos días ya pasaron, y lamentablemente no significa que ahora puedo armar cualquier cosa que desarmo, significa que ahora ya no saco tiempo para desarmar cosas, a menos que sea en mi cabeza. Ahora, cuando termino un día agotado, significa que le he exprimido hasta la última gota a mi cerebro, y aunque mi cuerpo da para más, simplemente no quiero.
Jugar al mecánico ha sido divertidísimo, ya que toda mi vida profesional me he dedicado a estar sentado detrás de una computadora. En estos días he podido llegar a mi casa y cabecear por cansancio, he aprendido que un carro no es más que otra máquina, y como todas las demás máquinas, con el conocimiento adecuado, se puede desarmar, re-armar y mejorar, y no solo los mecánicos pueden hacerlo (aunque si hay ciertas cosas que es mejor dejárselo a ellos, viéndolo desde mi punto de vista: Mucha gente puede travesear una computadora, pero eso no los capacita para resolver cualquier problema de cómputo).
Lo que sí ha sido una verdadera ventaja en todo este proceso, en la paciencia y disposición para enseñar que ha tenido Tula con nosotros (de nuevo: Mitch, Javier y yo), al enseñarnos su oficio y dejarnos ayudarle (más bien debería decir «dejarnos atrasarle»). Tula: Muchas gracias y un abrazo!