Normalmente, cuando la gente me pregunta sobre que he hecho, por lo general mi única respuesta es «Nada, trabajar», lo que me hace preguntarme sobre el propósito de mi vida.
En realidad si he hecho muchas cosas, como dibujar, andar en moto, hacerle tonteras al carro, leer, jugar tennis; pero en realidad todas estas cosas han sido habilidades desarrolladas a lo largo de una travesía, de una búsqueda, con el fin de darle sentido a mi vida, y lamentablemente tengo que decir que hasta el momento la búsqueda ha sido fallida, dejando como respuesta «Nada, trabajar».
Esto no quiere decir que todas las cosas que he hecho a lo largo de esta búsqueda no tengan ningún valor, ya que todas esas cosas me hacen ser quien soy hoy, y de alguna manera, aunque sea solo agregando experiencia, aportan algo a mi vida. El jugar tennis con mi papá, la sensación de libertad al andar en moto, el poder expresar como veo las cosas a través de un dibujo; todas son cosas que ayudan a vivir día tras día.
Sin embargo, todas estas actividades en las que intento ocupar mi tiempo no me dan esa respuesta que ando buscando, y el principal problema es que me encuentro constantemente en un dilema: Si fuí puesto en esta vida con algún propósito, tengo que luchar para averiguar que es y llevarlo a cabo, pero de igual manera puedo pasar buscando una razón a mi existir mientras que simplemente soy una broma cósmica, originada por medio del azar, sin sentido y sin razón.
El simple hecho de que esté llevando a cabo mi búsqueda, es un indicio de que creo que existe un propósito para mi vida, sin embargo, cada vez que intento algo nuevo termino con ese sentido de vacío, como que algo falta, como que la búsqueda no ha terminado, como que nunca lo hará, y dejándome una única respuesta: «Nada, trabajar»