Tonos de Gris Pintados en tonos de gris, carentes de cualquier adorno que distraiga la mirada y atrapando la luz para después distribuirla redirigida con una sola función: dejar ver

Que no se malinterprete. No odio a la empresa para la que trabajo, pero siempre he dicho que odio el lugar físico en el que tengo que trabajar.

Trabajo en un centro de cómputo. La temperatura se mantienen constante todo el día gracias al aire acondicionado, y por lo general es frío ya que a las computadoras no les gusta mucho el calor. Como la información sobre nuestros clientes es el activo más valioso de la empresa, el centro de cómputo se hizo anti-todo, incluso la luz solar, ya que no tenemos ventanas. Sin cambios de temperatura, ni vista hacia el mundo exterior, es muy difícil saber si es de día o de noche, incluso si lluevo o hace sol. Algunas veces, es muy difícil levantarse para ir a un lugar así.

Para colmo de males, estaba leyendo sobre las instalaciones de Pixar, la compañía que se dedica a hacer películas animadas. Resulta que, entre muchas de las maneras que utilizan para motivar a sus empleados, ellos no creen en cúbiculos, sino que cada quien puede diseñar su propio espacio de trabajo, como este tipo que prefiere trabajar de pie y por eso tiene un escritorio elevado en su lugar de trabajo con sillón y que esta abierto en dos lados. Para los que no les dió por diseñar, Pixar consiguió estas casitas, y caminar por el departamento de animación es como caminar por una ciudad en miniatura.

Sabiendo que existe un mundo laboral mejor, con mucha más razón puedo decir que odio mi lugar de trabajo. De verdad que extraño los tiempos en que trabajaba en soporte técnico y tenía que movilizarme de una empresa a otra.